Según el resultado del proyecto ‘Light Savers’ realizado durante dos años y medio en 12 ciudades diferentes del mundo, como Londres, NY, Sydney y Calcuta se llegó a la conclusión que, la utilización de la tecnología LED podría reducir cada año 670 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero.
La investigación señala que el consumo de energía a través de la iluminación representa el 19% de la energía mundial y un 6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por lo que, duplicar la eficiencia en la iluminación a nivel mundial con la utilización de LED, tendría un impacto climático equivalente a la eliminación de la mitad de las emisiones de toda la producción de electricidad y calor en la Unión Europea.
En el caso de Estados Unidos, los investigadores calculan que reduciendo la utilización de energía en un 40%, ahorraría 53.000 millones de dólares en costes anuales de energía y se produciría una reducción de la demanda de ésta equivalente a lo que producen 198 centrales eléctricas medianas.
También los expertos declaran que, el alumbrado público LED puede generar hasta un 85% de ahorro energético, además de haberse demostrado que, entre el 65% y 90% de la población, prefieren este tipo de iluminación. Esto se debe a los innumerables beneficios sociales y ambientales que ofrece este tipo de producto.
La vida útil de la iluminación LED oscila entre 50.000 y 100.000 horas y además es una tecnología que requiere mínimos costes de mantenimiento, lo que significa un importante retorno de la inversión.
El nivel de satisfacción del cliente con este tipo de producto es alto, debido a la satisfactoria experiencia del usuario y la reducida tasa de fracaso de los LED (un 1%), que representa una gran diferencia ante el 10% de la iluminación convencional.