Las ciudades y municipios de toda España están dando el paso y acercándose a una tecnología de iluminación más eficiente para el alumbrado público. Esta vez, el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) con la ayuda de la Conselleria de Economía Sostenible, ha decidido renovar el alumbrado de ocho localidades de la provincia de Castellón: Canet lo Roig, Aín, l’Alcora, Artana, Atzeneta, Càlig, Sant Jordi y Moró.
Esta renovación incluye sustituir las luminarias por tecnología LED. Esto supondrá para las localidades un ahorro anual de 3,3 millones de kilovatios por hora. Por supuesto, el ahorro energético va en consonancia con un ahorro en términos económicos que, en este caso, supondrá por término medio 16.000 € al año en cada municipio. Y, muy importante, se dejarán de emitir a la atmósfera 1.000 toneladas de CO2. Aunque, a pesar del ahorro, este cambio equivaldrá para Ivace Energía a un total de tres millones de euros. Esta inversión será posible gracias a un préstamo y una subvención a fondo perdido.
Este no es el único caso de actualización del alumbrado público que se ha dado en los últimos años. Cada vez son más las provincias que valoran las ventajas de unirse a la tecnología LED. El municipio de L’Estany, en Cataluña, fue el primero de España en renovar todo su sistema de alumbrado en espacios públicos con tecnología LED. Desde entonces, la eficiencia energética de las luces LED está llegando, para quedarse, en muchos más municipios a nivel estatal.
Ventajas de la tecnología LED en el alumbrado público
Ya hemos hablado en otras ocasiones de las ventajas que ofrece este tipo de iluminación. Esta vez nos centramos en los beneficios que aportan las luces LED a las calles de nuestras ciudades.
Los sistemas de iluminación más tradicionales, para empezar, generaban sombras y no permitían ver con claridad por la noche. Los sistemas de alumbrado con luces LED aportan un haz de luz uniforme. Los colores son más nítidos y éstos no parpadean. Esta podría ser la ventaja más evidente, la que ayudaría a evitar las zonas con mala iluminación o sombrías.
Los sistemas de alumbrado público con luminarias LED son inteligentes. Esto es gracias a su posibilidad de regular la intensidad dependiendo de la hora, el espacio o su uso. Se adaptan a los diferentes horarios de luz que necesita cada ciudad y a las distintas épocas del año. Así, suministran la cantidad de luz, el color y el tono adecuado con cada momento.
Pero, además, la iluminación LED genera dinamismo a las calles y el diseño de la ciudad. Siendo eficaces a la hora de escoger colores y juegos de luz se pueden realzar elementos importantes de la ciudad. Por ejemplo, se pueden decorar monumentos históricos o fachadas para dar vida nocturna al turismo.
Una vez más, la implantación de iluminación LED supone una ventaja en varios aspectos, aun tratándose de alumbrado público. Con la tecnología LED conseguimos ahorro energético, económico y reducimos la contaminación mediante el dióxido de carbono. Además, es una tecnología que cada vez resulta más asequible. Es por esto que muchas ciudades están dando el salto a la eficiencia energética, frente a las bombillas incandescentes, para sus sistemas de alumbrado público.