La iluminación LED está muy presente en nuestro día a día, como por ejemplo en centros comerciales, oficinas, hogares, etc. La novedad surge con la iluminación conectada. Bombillas conectadas al teléfono móvil y eso nos da acceso a variar la intensidad de la luz, cambiar los tonos y encenderlas o apagarlas.
Ésta iluminación ésta basada en Wi-Fi y eso hace que nuestros clientes queden satisfechos.
Hay marcas que ya disponen de este funcionamiento y lo hacen para adaptarlo hacia las distintas necesidades de sus clientes y sus diferentes usos.
Todo gira a través de una App, dónde podemos manejar el control de la iluminación de distintos lugares y que haya diferentes tipos de luz funcionando al mismo tiempo. Este sistema dispone de sensores de movimiento, interruptores físicos y nos da la opción de añadir lámparas o bombillas según la necesidad que tengamos.
Algunas de las ventajas de controlar las bombillas con una App no es solo controlar el encendido y el apagado de las bombillas, algunas versiones permiten regular la potencia y incluso el color de la luz. Permitiéndonos con esto crear varios efectos dinámicos naturales como por ejemplo, meditación, bosque encantado…
Las posibles aplicaciones de esta tecnología son prácticamente infinitas, tomando en cuenta los 16 millones de colores y una configuración del brillo entre 80 y 8800 lúmenes entre los cuales podemos ajustar.
La temperatura del color es variable y es increíble como puede simular un amanecer o una puesta de sol. La mayoría de estos sistemas pueden controlarse a través del asistente de Google y Amazon Alexa; lo cual nos abre la posibilidad de controlar la iluminación a través de comandos por voz, o programando su encendido a la hora que nosotros escojamos.
Esta tecnología esta avanzando a una gran velocidad, gracias a esto se están reduciendo los precios de fabricación haciéndolas cada vez más asequibles para el cliente final.
